Soy contador público y mi primer trabajo fue en un despacho contable, cosa que me encantó porque siempre quise poner el mío; después tuve otros trabajos, pero la verdad ninguno me llenaba.
La primera vez que impartí clases fue en una secundaria en donde necesitaban a alguien que cubriera un interinato durante 3 meses. Aunque había otros candidatos al final me dieron el lugar a mí, creo que acepté más porque en ese momento no tenía trabajo, que por el hecho de ser maestra.
Más o menos 4 meses después de terminado el interinato cuando estaba a punto de irme a Querétaro a trabajar , mi papá me propuso quedarme en su lugar en el C.BT.f. No. 4, ya que se iba a jubilar, después de pensarlo un poco acepté, ya que no estaba muy convencida de irme lejos de mi familia. Así que en Agosto del 2002 me incorporé al C.B.T.f. No. 4 y aunque no entré como docente si no como auxiliar en Recursos Financieros estaba como pez en el agua y para Febrero del 2003 me nombraron Jefa del Departamento, así que yo feliz.
En Agosto de ese mismo año me invitaron a dar clases, solo había en el plantel una Licenciada en Administración y necesitaban apoyo en la especialidad de Administración y Contabilidad, así que me aventuré y la verdad me encantó, porque me desconectaba de mi puesto como jefa de departamento y me ponía “otra camiseta” por así decirlo, en el mismo lugar.
Poco a poco le fui tomando amor a la docencia, la energía y vibra que me inyectaban los alumnos me gustaba mucho y el hecho de que se sintieran a gusto con una maestra joven, claro que esta nueva actividad requería invertirle tiempo, aunado al hecho de que en ese entonces ya se comenzaba a hablar de las secuencias, cosa que no entendía muy bien en un principio; a la vez que me preocupaba un poco, me causaba mucha curiosidad, y aunque nos impartían cursos, la verdad para mi era muy difícil asistir ya que el Departamento me absorbía y por lo regular los cursos se realizaban en el mismo plantel.
Para mi ser maestra es muy gratificante, he tenido la fortuna de escuchar de boca de mis alumnos ya egresados decirme que les sirvió mucho lo que aprendieron en mi clase, que inclusive utilizan los apuntes que llevamos durante el curso y que se apoyan en ellos para elaborar proyectos o los usan de referencia para resolver ejercicios.
Me llena de emoción y satisfacción saber que he dejado huella en ellos y que mientras pueda quiero seguir haciéndolo. También en lo personal deja uno huella todavía algunos ex alumnos van a la institución o me llaman y me dicen lo agradecidos que están por el apoyo brindado. Así que esta es de las mejores experiencias que hay en mi vida.
Ser docente de la EMS significa aprendizaje, crecimiento, satisfacción, es un gran reto que deja muchas satisfacciones, el convivir diariamente con tantos alumnos con distintos caracteres, formas de pensar, de sentir, de ver la vida, sus costumbres, su entorno, es difícil en algunas ocasiones pero a la vez fácil porque se aprende muchísimo, a mi esta experiencia me ha ayudado a madurar y a recordar a los que fueron mis maestros con más cariño y verlos con más respeto, ya que ser docente es una labor muy importante y para nada fácil..
Ser docente en la EMS es elaborar mi propia identidad, cosa que ya he conseguido, se lo que quiero lograr y lo que quiero que mis alumnos logren, se hacia donde voy y como lograrlo, también se ahora que no solo quiero que mis alumnos aprendan los conceptos o ejercicios que vemos en mi clase si no que adquieran conocimientos con base en competencias para que su aprendizaje sea aplicable en cualquier momento o situación de su vida.
Saludos a todos.
Cristina Enríquez